Al mismo tiempo, muchos comandantes menos importantes siguen estando vinculados a las milicias locales que pueden influir enormemente en las elecciones provinciales.
También ha habido una tendencia hacia el abolicionismo entre los países y territorios que continuaron llevando a cabo ejecuciones, aunque con mucho menos frecuencia.
Un modelo alternativo es el que ofrece el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que prevé un grado de cooperación mucho menos intenso.
Mucho menos debe legitimarse el continuo desarrollo —cuantitativo y cualitativo— de este tipo de armamento por el exclusivo club de potencias nucleares que reconoce el Tratado.